No ha sido un mercado fácil para la Real Sociedad. El 'asunto Sadiq', que fue explicado y criticado por parte del presidente Jokin Aperribay en su exposición pública del pasado martes, por la cerrazón del futbolista de solo contemplar la marcha al Valencia, cuando se abrió a la opción del Girona ya era tarde, la continuidad de Odriozola cuando lo mejor para todas las partes era una salida, la incertidumbre que adorna el presente de Brais, al que no pocas informaciones le sitúan en la liga de Arabia Saudí, mercado que se cierra el día 11 de este mes, han sido varios de los temas que han acechado un periodo de tiempo complicado para el club.
No obstante, desde la dirección deportiva de la Real ya han manifestado que el entrenador Sergio Francisco cuenta con la plantilla que quería y que están satisfechos con los futbolistas contratados para reforzar el plantel. Parece claro que este curso, a diferencia de otros veranos anteriores, la Real ha optado por futbolistas contrastados, con bastante recorrido ya por las diferentes competiciones en las que han participado.
Cuatro han sido las llegadas. Caleta-Car, Guedes, Soler y Yangel Herrera. En todos los casos, el perfil del futbolista es similar en lo que a experiencia se refiere. Más allá de la demarcación que ocupan en el campo, los cuatro llevan ya un recorrido importante a sus espaldas. Y eso es lo que ha prevalecido a la hora de incorporar nuevos efectivos al equipo. Lo explicó muy claro Erik Bretos.
Lo cierto es que en los últimos tiempos, los fichajes de futbolistas jóvenes, prometedores pero con poca experiencia en la competición, no han salido bien. No hay que irse muy lejos. Un vistazo a los refuerzos de la temporada anterior es suficiente para comprobar que ninguno de ellos se hizo con el puesto de titular en el once inicial. Todo un síntoma que ha propiciado que este verano la idea fuera diferente.