El Sevilla Fútbol Club ya estuvo en Segunda División antes de probar las mieles de izar la UEFA Europa League hasta en siete ocasiones. La pasada temporada, y alguna más anterior, estuvo flirteando peligrosamente con el descenso. En su día acudió a salvar la nave José Luis Mendilibar, y lo hizo por todo lo grande. Hace tres meses le tocó otra vez ejercer de apagafuegos al incombustible Joaquín Caparrós.
Recurrentemente viene jugando con el peligro y el abismo, y este se ve cada vez más cerca con los jaleos institucionales que le han venido convirtiendo en el camarote de los hermanos Marx. El cisma es por momentos insostenible con los Del Nido, padre e hijo, dando la nota como irreconciliables sevillistas peleando por el poder de un club que se tambalea.
Este Sevilla, que ha dejado las riendas técnicas a Matías Almeyda en el banquillo y a Antonio Cordón en el despacho, se presenta como una auténtica incógnita en la visita de este domingo, siete y media de la tarde, a Bilbao. El primer rival oficial del Athletic solo ha inscrito, por ahora, a quince de sus jugadores, "y va a depender de las ventas. Hay un par de operaciones que se están gestionando. Si llegan a buen puerto, podrá inscribir, y si no se producen, a San Mamés irá en cuadro".
Son las consideraciones que ha hecho en 'La Movida Deportiva' de ONDA VASCA Jorge Liaño, periodista habitual en tertulias sevillistas que conoce a la perfección los entresijos de la entidad nervionense, y que se ha mostrado categórico, diciendo del club que "no hay por dónde cogerlo".
El club no está siendo capaz de "colocar a Lukébakio, y Badé y Juanlu -a Bayer Leverkusen y Nápoles, respectivamente- son las operaciones más calentitas, y no parece que le dé rubor o vergüenza a Cordón. No ha sido capaz de cerrar una sola venta, y como no se hagan, en cuadro a San Mamés, y tampoco parece que preocupa demasiado", asegura quien escribe en la versión sevillana de 'El Desmarque'.
Por lo tanto, el tema económico está muy complicado. "No está en la regla 1:1 y no tiene capacidad para inscribir, está muy mal. Se está haciendo un esfuerzo enorme para intentar que las cuentas cuadren para bajar los sueldos de la plantilla, que eran monstruosos. Si venden a tres, va a cuadrar todo, pero también en qué nivel va a quedar el equipo, porque Badé es medio equipo atrás y Lukébakio el equipo entero adelante".
Así las cosas, entre los presupuestos desajustados y los bochornosos líos entre presidentes, consejeros y adláteres, no hay quien gobierne en condiciones para dotar a la casa de una mínima estabilidad que aleje todos los fantasmas deportivos. "No quepa la menor duda, y tiene que producirse un milagro deportivo para que eso suceda. Se ha contado con entrenador y director nuevos, y a ver si tenemos suerte y se entra en Europa, y acaba restableciéndose todo a nivel económico", subraya el periodista sevillano en conversación con José Manuel Monje.
Olvidar apuestas erradas, cobrando mucho para no aportar nada, como las de Nianzou o Januzaj, este último "un desastre. Llega cuando están Tecatito, Ocampos, Suso y Lamela. El rendimiento es paupérrimo y nadie le da ahora la mitad de la mitad de la mitad, y aquí se vive bien", por lo que desembarazarse de ciertos servicios resulta ciencia-ficción en las oficinas del Pizjuán.
Entretanto, "hay ofertas para la venta del Sevilla a empresarios de la ciudad, pero nada ni nadie te garantiza que esto se vaya a producir con éxito", añade Liaño junto a que "se necesitan dos o tres fichajes que le cambien la cara al equipo. La pretemporada no ha sido un desastre pero tampoco ha sido nada del otro mundo". Con estas, hablando poco, muy muy poco, del Athletic, y de fútbol más bien nada, en la ciudad de la Giralda, llega el Sevilla a este estreno liguero.