Discurre el ciclismo al galope, desbocado, urgente y alterado. El hoy es ayer y del mañana nada se intuye porque en ocasiones parece pasado. Cada vez más rápido, disparados los ciclistas a modo de balas, con los puntos UCI exigiendo todavía más, añadiendo presión en cada pulgada de la carretera, la carrera por la supervivencia resulta un ejercicio agonístico.
El mecanismo perverso de obtener presencia y visibilidad siempre que se logre entrar entre los 30 mejores equipos genera una competición loca, próxima al jadeo que provocan las huidas, donde todo se embala. En ese ecosistema respiran las formaciones que buscan una invitación para la disputa de una grande, el acceso, tal vez efímero, al gran escaparate del WorldTour.
El Caja Rural, que tras un gran curso está en disposición de ser elegido, si bien no está en su mano serlo, codea y esprinta para obtener un hueco en la Vuelta del 2026, un asunto cada vez más complicado debido a la metodología de los puntos. Corren los equipos con las calculadoras en la mano cada vez que se adentran en las competiciones.
La suma de los puntos UCI es el nuevo catecismo. Sin puntos, no hay paraíso. Esa política de estrés competitivo desmesurado se enmarca la incorporación de Fernando Gaviria (La Ceja, 1994) a la formación navarra. Alta velocidad colombiana para el Caja Rural.
El velocista sudamericano, 51 triunfos en su palmarés, (dos victorias de etapa en el Tour y cinco en el Giro) debe liderar los días al esprint en el calendario que dispute el Caja Rural, que tendrá acertar con el almanaque competitivo para que Gaviria brille de nuevo.
Probablemente los escenarios en los que se persone no serán los más rutilantes, pero si recupera la confianza y una versión aseada, se espera que se imponga y sea un buen recolector de puntos para la causa.
Ese será su cometido en el plantel. En su búsqueda de una pose ganadora que le reconcilie, Gaviria contará con Iuri Leitao, asentado el portugués en el equipo y otro hombre determinante para las jornadas que se resuelvan en los bailes frenéticos del esprint. Ambos compartirán misión.
"Confío en dar lo mejor de mí"
“Lo que más me motivó a unirme a Caja Rural–Seguros RGA fue la conversación que mantuve con ellos, en la que percibí una gran ilusión por mi incorporación. Me pareció una oportunidad muy interesante y confío en dar lo mejor de mí. De cara a la próxima temporada, mi objetivo es trabajar bien, ayudar al equipo en todo lo que pueda e intentar lograr victorias.
Disputar una gran vuelta sería especial y en el caso de La Vuelta a España, poder luchar por conseguir el triplete de victorias en grandes vueltas sería realmente emocionante”, comentó el ciclista colombiano tras el anuncio de su fichaje.
Gaviria, experimentado, tuvo un descorche sensacional en el profesionalismo, pero su punta de velocidad fue perdiendo presencia a pesar de sus dotes para la velocidad, una rareza en Colombia, el país de los escaladores, de los escarabajos. Gaviria nació liebre y Josean Fernández, Matxin, ahora mánager deportivo del UAE, cazó su talento cuando era ojeador del Quick-Step.
La irrupción del ciclista de Antioquia, que debutó en 2015, fue fulgurante, a medida de su potencial. No tardó en descorcharse y engordar la vitrina cada vez más. En 2017 impresionó en el Giro, donde acumuló cuatro laureles para hacerse con la ciclamino.
En la formación belga permaneció hasta 2018, su mejor curso. Ese año sumó dos victorias en el Tour. Después se alistó en el UAE bajo el auspicio de Matxin en 2019.
A pesar de un buen inicio fue perdiendo impacto en los esprints. Durante sus cuatro cursos en el equipo de Emiratos su estrella se fue apagando a pesar de que su palmarés continuó creciendo.
Sin embargo, las conquistas no tuvieron el peso de la púrpura de las grandes citas, si bien alzó los brazos en una etapa del Giro. Se esperaba un mejor rendimiento.
Paso por el Movistar
Su calidad no casaba con sus resultados y el UAE le abrió la puerta. El velocista colombiano salió con destino al Movistar en 2022, donde ha corrido las tres últimas campañas y en la que logró su última victoria, en enero de 2024, en Colombia. Gaviria ha cerrado la presente temporada sin asomarse al champán a pesar de intentarlo.
Reciclado en un velocista sin la exuberancia de los primeros años, el colombiano ha buscado el éxito adelantando la maniobra del esprint, apostando por puestas en escena más largas y sostenidas porque no dispone la explosividad de imponerse en las cortas distancias.
Su última huella de celebración en una prueba del WorldTour data de 2023, en el Tour de Romandía. En el Caja Rural se espera la aceleración de Gaviria.