Política

Feijóo se limita a condenar todas las violencias y culpa a Sánchez de las revueltas en Ferraz

El líder del PSOE sentencia que “no lograrán amedrentarnos” mientras Ayuso se anticipa al presidente del PP en la repulsa de los altercados
Pedro Sánchez, reunido con las trabajadoras y trabajadores del PSOE en la sede de Ferraz

De forma muy generalizada y con una semántica muy intencionada, que retrotrae a otras esferas y otros tiempos, Alberto Núñez Feijóo se ha visto empujado a salir a la palestra para censurar las algaradas y episodios violentos ante la sede de Ferraz. De hecho, en lugar de cargar directamente contra los hechos protagonizados por grupos ultras alentados por los mensajes procedentes desde la derecha para plantar cara a la ley de amnistía –y al Gobierno progresista–; el líder del PP se ha refugiado, como poco un día tarde, en condenar “todas las violencias” responsabilizando a Pedro Sánchez de ser el germen del descontento exhibido en las calles. “Dejemos las cosas claras. De un lado están los que cometen o amnistían actos violentos y antidemocráticos y del otro quienes condenamos lo uno y lo otro”, ha justificado el jefe de la oposición metiendo todo en el mismo lote.

Para colmo, Isabel Díaz Ayuso le ha ganado la partida y se le ha anticipado en este intento de repulsa, siendo la presidenta de la Comunidad de Madrid mucho más explícita. “Con los ultras no voy ni a la vuelta de la esquina, por eso condeno estos actos vandálicos y espero que los violentos sean detenidos y juzgados”, ha indicado la lideresa, que ha defendido el trabajo de los agentes policiales pero ha hecho, eso sí, una precisión: “no voy a mezclarlo torticeramente como hacen ustedes con las manifestaciones que se están produciendo por toda España. Los ciudadanos están cansados de ver cómo se les está robando la democracia”.

Hasta la madrugada del miércoles al PP le parecían hiperbólicas todas las denuncias por las protestas ante la sede socialista, que paulatinamente han visto crecer su tensión en paralelo con el anuncio de Feijóo y de los próceres de su partido de rebelarse ante la medida de gracia a los independentistas, principalmente el próximo domingo en todas las capitales del Estado. Pero la realidad ha terminado de desnudar al líder popular, que sin embargo equipara los pasos de Sánchez en sus negociaciones para la investidura con el comportamiento incendiario de los ultras. “No nos puede dar lecciones cuando él va a amnistiar la violencia”, ha espetado, profundizando su alegato en que la amnistía es una “aberración democrática desde el punto de vista político, una indecencia desde el punto de vista moral e ilegal desde el punto de vista jurídico”. Antes que hacer una condena rotunda y personalizada de los hechos, Feijóo ha preferido criticar que “los profesionales de la manipulación y la mentira” digan que él no es “claro”, lo que ha vuelto a quedar en evidencia cuando ha aseverado que “la violencia no tiene cabida en democracia, provenga de ultras de extrema izquierda o de extrema derecha, y debe rechazarse siempre”. Es más, ha apostillado que “la impunidad de Sánchez tampoco tiene cabida en democracia”.

“No aceptamos lecciones del PSOE y de quienes convocaron manifestaciones en las sedes del PP; fletaron autobuses para protestar contra los resultados electorales; les hicieron escraches a dirigentes y miembros del PP; o rodearon el Congreso cuando estaba reunido el Pleno de la Cámara. Tampoco de quienes están trabajando para que los actos violentos queden impunes en la ley de amnistía”, ha enumerado, en alusión a las acciones de CDR o Tsunami Democràtic. “Cuando dicen que quien no condena la violencia, la alienta, tienen razón y deberían aplicarse el cuento”, dado que, a su parecer, los socialistas pretenden “amnistiar” la violencia que se produjo en Catalunya tras la sentencia del procés. Según Feijóo, Sánchez es “el principal responsable de lo que está ocurriendo en España” y le ha reclamado “dar marcha atrás” porque sus decisiones “no tienen el consentimiento de los españoles y no garantizan la convivencia sino que la destruyen”. “No vamos a dejar de señalar lo que está pasando, ni normalizarlo ni que caiga en el olvido, que es lo que pretenden”, ha zanjado, aventurando además que la amnistía supondrá “retroceso económico” porque lastrará la competitividad generando “inestabilidad e incertidumbre”.

Sánchez, en la sede socialista

En este escenario, Sánchez ha tenido que dar un paso adelante y ha acudido a Ferraz, en primer término, para respaldar a los trabajadores y denunciar que se está utilizando la violencia para “intimidar” al PSOE pero “no nos vamos a amedrentar”. Para el presidente del Ejecutivo en funciones, todo lo sucedido no hace más que constatar la necesidad de forjar el pacto de investidura que está negociando con la izquierda y los soberanistas. “Si algo demuestran estos días que estamos pasando, tan aciagos, tan frustrantes y tan indignantes evidentemente es la necesidad de que salga adelante, de que este país sea gobernado por el PSOE desde la razón y principios que siempre hemos defendido: la libertad, la democracia, los derechos y la convivencia”, se ha explayado. Acompañado por la vicesecretaria general del PSOE, la ministra María Jesús Montero, y otros dirigentes de la dirección federal, Sánchez ha reafirmado “su compromiso con los valores y el proyecto político socialista” y ha aireado su “indignación” por las imágenes que se han producido ante la sede nacional y otras agrupaciones en diferentes puntos del Estado español.

09/11/2023