Muchas son las teorías a las que nos podemos agarrar en lo que a la situación actual de la Real Sociedad respecta. Todo se puede analizar desde los datos, los resultados, las sensaciones y el juego, mejor o peor, que ofrece una plantilla que acaba de salir de un atolladero que le ahogaba. Al club y a su entorno.
Sin embargo, lejos de analizar el fútbol que ha ofrecido hasta la fecha este equipo, y que se antoja insuficiente todavía porque está en disposición, por plantilla de jugadores, de subir sus prestaciones, esta pequeña resurrección se explica más desde el compromiso e implicación necesarios para elevar la intensidad y el ardor guerrero.
Sin duda que la Real tiene futbolistas referentes que se han echado el equipo a sus espaldas. Empezando por el capitán Oyarzabal, líder en el campo y en el vestuario, secundado por otros canteranos de largo recorrido ya como Aritz Elustondo e Igor Zubeldia, y otros que van cogiendo los galones necesarios como para que su voz se escuche como Ander Barrenetxea y Aihen Muñoz. Estos componen ese núcleo duro de Zubieta, que saben lo que es defender el escudo y que lo llevan dentro desde niños por su largo recorrido en el club. El fútbol para todos ellos empezó en la Real y sigue en la Real.
Si bien la cantera sale siempre al rescate, otros que han llegado desde fuera pero que ya saben lo que significa la Real Sociedad como Álex Remiro, Brais Méndez o Take Kubo, componen una terna de futbolistas que suman muchos partidos con la camiseta txuri urdin y que entran dentro de ese oráculo necesario para empujar al equipo en situaciones incómodas.
Están muy bien los datos, los resultados, el ocho de doce puntos logrado en los últimos cuatro partidos ligueros, pero todo empieza por competir, por no caer noqueado cuando te marcan un gol, por perseverar en la lucha, y esto no se refleja en los fríos números, sino en las sensaciones que transmite un equipo cuando necesita emplearse con mayor energía. Hay un antes y después en la Real Sociedad entre el anterior parón por selecciones y este de ahora. Y no solo lo explican los puntos.