La tensión no baja en la sede socialista de la calle Ferraz. El ingreso en prisión del exministro José Luis Ábalos y de su antiguo asesor Koldo García -ordenado por el juez del Tribunal Supremo Leopoldo Puente ante el riesgo de fuga- no solo abrió un nuevo capítulo judicial, sino que desató un choque directo entre los investigados y sus antiguos compañeros del PSOE.
En cuanto se conocieron las declaraciones de Ábalos y García, en las que ambos lanzaban acusaciones que afectaban al PSOE, al Gobierno y al propio presidente español Pedro Sánchez, la respuesta desde Ferraz fue inmediata y contundente: calificaron las afirmaciones de “mentiras y difamaciones” y las enmarcaron en una estrategia de defensa de los dos imputados. “Este partido jamás se dejará chantajear”, ahondó la número dos del PSOE y del Gobierno, María Jesús Montero, reiterando además la exigencia de que Ábalos entregue su acta de diputado.
Horas antes de ingresar en prisión, José Luis Ábalos apuntó directamente hacia la figura de Begoña Gómez, esposa del presidente español, insinuando que podría estar relacionada con el rescate de Air Europa, pese a que la justicia ha archivado este caso. Además, afirmó que el propio Sánchez le comunicó en 2023 que la Fiscalía investigaba a Koldo García.
Koldo García, por su parte, aseguró haber participado en supuestas irregularidades en las primarias socialistas de 2017 y mencionó reuniones entre Sánchez y Arnaldo Otegi para negociar la moción de censura a Mariano Rajoy, reuniones que el presidente español ha negado.
Las acusaciones cayeron en Ferraz como una granada política. Y la instrucción interna fue clara: no dedicar “ni un minuto más” a desmentir lo que consideran falsedades.
Desde Zaragoza, la ministra portavoz Pilar Alegría reforzó la posición oficial. Habló de “tolerancia cero” con la corrupción -“presente y pasada”- y recordó que el PSOE actuó “con absoluta contundencia” hace veinte meses cuando apartó a Ábalos. Subrayó además que es la Justicia quien debe ahora “trabajar y dirimir”.
También se pronunció el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, desde Barcelona, donde España ejercía de anfitriona del Foro de la Unión por el Mediterráneo. Restó impacto internacional al caso y aseguró que ninguno de los 43 países presentes había planteado preguntas.
La derecha mueve ficha
Mientras el PSOE intentaba contener el incendio interno, la dirección del Partido Popular aprovechó la convulsión para redoblar la presión en la calle. Su secretario general, Miguel Tellado, llamó a los votantes del PP y también a los de Vox a acudir mañana a la concentración convocada en el Templo de Debod, presentada como una protesta “sin siglas”. Tellado evitó confrontaciones con Vox pero instó a su líder a dirigir sus esfuerzos contra Sánchez y no contra los populares. Otros dirigentes, como Ester Muñoz y Elías Bendodo, insistieron en que los casos que afectan al entorno del presidente español no son aislados y mantienen que su Ejecutivo se sostiene gracias a “socios que lo tapan”.
La jornada dejó una fotografía política de enorme tensión: un PSOE que intenta blindarse ante las acusaciones de dos antiguos hombres de confianza; un Gobierno que reivindica la acción de la Justicia y su propia respuesta interna; y una oposición que prepara una demostración de fuerza en plena tormenta judicial. Y, junto a todo ello, el PSOE ha pedido al juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno, que investiga el caso Koldo, que aclare si los pagos en metálico que este partido debe comunicarle son los vinculados a Ábalos y Koldo García o todos los efectuados entre 2017 y 2024, algo que tendría “graves derivaciones” ya que caerían en manos de PP y Vox.
Koldo García opta por no declarar ante el juez Ismael Moreno
El exasesor Koldo García se acogió este viernes a su derecho a no declarar ante el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno porque, según alegó, no tiene a su disposición el contenido de los móviles y dispositivos que le fueron intervenidos y que podrían ayudarle a “refrescar” la memoria.
El que fuera asesor del exministro José Luis Ábalos, también encarcelado, estaba citado ayer en la Audiencia Nacional para responder por el informe de la UCO sobre los contratos de mascarillas en Canarias. Una comparecencia que se produjo al día siguiente de ingresar en prisión preventiva por “extremo” riesgo de fuga, por orden del juez del Tribunal Supremo, ante la proximidad del primer juicio por el caso Koldo. El exasesor llegó a los calabozos de la Audiencia Nacional a las 8.45 horas desde la cárcel de Soto del Real, donde pasó su primera noche en prisión.
Según indicaron fuentes jurídicas, el exasesor optó por no declarar al afirmar que no tiene información para responder. La abogada de Koldo García, Leticia de la Hoz, en declaraciones a los periodistas a su salida de la Audiencia Nacional, aseguró que su cliente tiene previsto declarar cuando le den una copia de sus teléfonos y los dispositivos que le fueron incautados, aún en poder del Juzgado Central de Instrucción número dos, y que ha pedido sin éxito en numerosas ocasiones.
La defensa de Koldo recalcó además que esta situación le impide acceder a los elementos que pueden ayudarle a defenderse de cara al primer juicio por el caso Koldo, por la trama de los contratos de mascarillas. “Es como ir al matadero”, lamentó. Criticó así el “agravio comparativo” que esto supone frente al tercer procesado en esa causa, el comisionista Víctor de Aldama, al que esta misma semana el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno le entregó un disco duro con una copia de dos móviles que le fueron intervenidos. La abogada anunció también que recurrirá en apelación la decisión del magistrado del Tribunal Supremo, Leopoldo Puente, de enviarle a prisión por un riesgo de fuga que ella considera inexistente.