El presentador de la edición italiana de Gran Hermano, Alfonso Signorini, se encuentra en el centro de la polémica tras ser acusado de pedir sexo a algunos aspirantes a concursantes. Ante la investigación abierta por la Fiscalía de Milán por posibles delitos de violencia sexual y extorsión, Signorini anunció su suspensión cautelar de sus responsabilidades en Mediaset para poder defenderse. La cadena aceptó la decisión y advirtió que llevará a los tribunales cualquier difusión difamatoria o calumniosa para proteger el respeto a las personas y sus intereses.
Origen del escándalo
El escándalo surgió en un programa de YouTube presentado por el polémico 'paparazzo' Fabrizio Corona, quien aseguró que Signorini había solicitado favores sexuales a cambio de permitir la participación en el concurso. El 24 de diciembre, un exconcursante, Antonio Medugno, denunció haber sido víctima de estas peticiones, lo que motivó la investigación judicial en curso.
Reacciones y medidas de Mediaset
La asociación de consumidores Codacons consideró que la suspensión de Signorini es insuficiente y pidió detener la emisión de la próxima edición hasta que se aclaren los hechos. Por su parte, Mediaset recordó que todos los empleados deben cumplir con los principios de corrección, responsabilidad y transparencia establecidos en su Código Ético, y aseguró que se están realizando todas las pesquisas y controles necesarios para garantizar su cumplimiento.