Una visión más esperanzadora preside las previsiones sobre uno de los aspectos capitales de toda la arquitectura económica. El mercado de trabajo no ofrece visos de sufrir alteraciones y podría conservar la misma resistencia que ha mostrado a lo largo de 2022. “El empleo va a ser el concepto que menos variación presente. El mercado de trabajo va a resistir bastante bien en esta crisis y la pérdida de puestos de trabajo está siendo muy pequeña”, indica el catedrático de Economía de la UPNA Mikel Casares. Según la última EPA, con datos del tercer trimestre de 2022, la tasa de paro en el Estado es del 12,6%, reflejando una caída sostenida en el número de desempleados desde febrero de 2021. “El empleo va a ser una palanca muy importante para que la economía no se resienta en 2023”, añade Massimo Cermelli, de Deusto Business School. El Banco de España estima una tasa de paro del 12,9% en 2023, que caería en los dos años posteriores hasta el 12%.
En este aspecto, van a ser importantes los resultados de las mesas de diálogo abiertas sobre la subida del Salario Mínimo Interprofesional y la negociación colectiva, ya que los sindicatos llevan meses reclamando subidas salariales que se ajusten a la evolución de la inflación, que está dañando especialmente a las familias con menos ingresos. Un informe de la consultora Ceinsa estima que los salarios subirán de media un 3,1% este año, lo que sigue sin compensar la pérdida de poder adquisitivo que está acarreando la inflación. Los expertos destacan la importancia de que las medidas del BCE para contener la inflación ayuden a un anclaje de los precios en baremos que faciliten la estabilización de los salarios.