El exdirector de la Policía de Carreteras de Brasil, Silvinei Vasques, uno de los condenados por la trama golpista liderada por el expresidente Jair Bolsonaro, fue detenido este viernes mientras intentaba huir desde un aeropuerto de Paraguay, según fuentes oficiales. Vasques, condenado a 24 años y 6 meses de prisión por la Corte Suprema por participar en el complot golpista, "rompió la tobillera electrónica" que vigilaba sus movimientos, pero fue arrestado en el aeropuerto de Asunción antes de completar su fuga.
El director de la Policía Federal, Andrei Rodrigues, informó que Vasques pretendía huir a El Salvador con un pasaporte paraguayo que no correspondía a su identidad. Su captura fue posible gracias a la alerta emitida por las autoridades brasileñas a los países vecinos, tras la ruptura de la tobillera electrónica en Santa Catarina, donde estaba bajo arresto domiciliario.
Condenado por el Supremo
Vasques fue condenado por el Supremo el 16 de diciembre, dentro del juicio contra los últimos cinco acusados de la intentona golpista de Bolsonaro, quien cumple actualmente 27 años de prisión y se recupera de una operación de hernia bilateral en la ingle. La sentencia de Vasques aún no es firme, por lo que podía apelar antes de cumplir su pena en régimen cerrado.
El Supremo halló a Vasques culpable de organizar una operación en la segunda vuelta de las elecciones de 2022 para dificultar la llegada de votantes a centros en feudos de la izquierda, favoreciendo así a Bolsonaro, derrotado finalmente por Luiz Inácio Lula da Silva.
Una treintena de acusados
Además de Vasques, la Corte ha condenado a una treintena de acusados con penas de 1 a 27 años de cárcel. Sumadas las condenas de todo el proceso, que incluyó a Bolsonaro, exministros y jefes de las Fuerzas Armadas, superan los 400 años de prisión, siendo la más alta para Bolsonaro, considerado como líder del complot, que comenzó antes de las elecciones de 2022 y culminó con el asalto violento a las sedes de los tres poderes del Estado el 8 de enero de 2023, una semana después de la investidura de Lula.