La gran noticia en Zubieta esta semana es la vuelta a la actividad de Asier Illarramendi. La vuelta del capitán a los entrenamientos, el contacto otra vez con los compañeros en el vestuario y en el verde. Después de casi dos años metido en lesiones, regresos, recaídas y nuevas lesiones, después de muchas sesiones en solitario intentando poner a punto su cuerpo de la mejor forma posible, Illarramendi aparece de nuevo en su enésimo intento por dejar atrás las molestias y los sinsabores de ese túnel negro demasiado largo por el que ha transitado en los últimos tiempos.
Regresa a un equipo que se ha acostumbrado a vivir sin él, y es que la elite no perdona ni espera. En el horizonte próximo han ido apareciendo futbolistas que ya han demostrado su entidad y su ambición por hacerse un hueco importante en un equipo, la Real, en el que están caros los puestos de titular. Zubeldia al inicio, y Zubimendi y Guevara después se han encargado de ocupar esa posición de medio centro tan importante. Han recogido el testigo. Mientras, Illarramendi inicia otra vez su particular carrera por volver a ser una pieza importante en el engranaje. En el vestuario lo es desde siempre. ¡Suerte capitán!